Para "ver muchas leguas de tierra, columbrar el mar lejano, contemplar a sus pies los pueblos..."

sábado, 11 de julio de 2015

ENTRE LACIANA Y OMAÑA



Desde El Villar de Santiago hasta Vivero, por el valle de San Justo, el Chano de la Cortina, el collado de La Muezca, Briezo la Mora y el valle de Peña Vendimia

            De nuevo caminamos por la montaña leonesa, en esta ocasión más hacia occidente. Al oeste de la comarca de Babia está Laciana, el municipio de Villablino. Esta caminata discurre por Laciana y su vecina del sur, Omaña, comarca histórica sin reconocimiento administrativo y con la capital tradicional en Murias de Paredes.
            Sin embargo la ruta de hoy no nos acerca al alto de la Cordillera para asomarnos a Asturias, donde veríamos el término de Cangas del Narcea; en esta ocasión caminamos más al sur, entre Laciana y Omaña. Esto es la cuenca del Alto Sil; el mismo río que en la caminata del artículo anterior veíamos nacer al pie de Peña Orniz y acompañábamos hasta La Cueta, el primer pueblo que atraviesa y el último antes de abandonar Babia para entrar en Laciana.

Entre Laciana y Omaña: el cordal con las cumbres de la jornada
 
            Ahora caminamos por collados, brañas y valles que vierten sus aguas a ríos y regueros que alimentan al Sil en su cuenca alta, camino del Bierzo y antes de entregar ya en tierras gallegas, en la Ribeira Sacra, sus aguas al famoso Miño; porque no se olvide que si el "Miño lleva la fama, el Sil lleva el agua". Hay en el grupo La Peñuca buenos caminantes y excelentes conocedores de estas tierras y montañas de León; dos de ellos, José Montero y José Manuel Tejera, coordinaron esta ruta por las tierras más suroccidentales que pisamos esta temporada.
            Iniciamos el camino a 1 220 metros de altitud en El Villar de Santiago, un pueblo del Ayuntamiento de Villablino colgado en un estrecho valle sobre el río Bayo, también nombrado como el río del Villar y en algún mapa, como río del Puerto en alusión al puerto de La Magdalena donde nace. Lo primero será descender por las empinadas calles del pueblo hacia el fondo del valle, para cruzar el río por un viejo puente de piedra en la cola de un pequeño embalse para una central eléctrica que hay más abajo.

Viejo puente de piedra sobre el río Bayo
 
            Comenzamos entonces a ascender por una buena pista de tierra; y la pendiente se aminora cuando entramos en el valle de San Justo por donde corre un arroyo con este nombre que es afluente del Bayo. Cruzamos el arroyo por una pasarela al margen de la pista y por un bosque de chopos, acebos y robles lo vamos remontando hasta llegar a la ermita de San Justo. Es un bonito lugar con la ermita en una pradera dentro de un cercado, junto a una buena cabaña construida con el mismo tipo de piedra.

Hermoso entorno donde se encuentra la ermita de San Justo
 
            Después de esta primera pausa, retrocedemos unos metros para retomar el camino; pasamos la braña de San Justo con tres grandes cabañas y ya en considerable pendiente entramos en el bosque de Teixo, donde apreciamos la mejor colección de robles centenarios de Laciana, pero también grandes abedules, acebos y serbales. El camino se empina aún más y empezamos a bordear buenas praderías, hasta llegar a la loma que deja a nuestra izquierda el valle de San Justo y a la derecha las brañas de Rioscuro, por encima de las que se divisan los pueblos de Sosas de Laciana y Rioscuro, donde el río Bayo desemboca en el Sil.

Fuerte pendiente y árboles centenarios en el bosque de Teixo
 
            A partir de aquí, el camino por entre pradería y monte bajo es una buena senda casi vertical, paralela a la alambrada de separación de pastos entre los dos valles citados; así llegamos al Chano de la Cortina ya 1 830 metros de altitud. Desde allí divisamos cerca el pico Cáscaro Redondo y más lejos Peña Vendimia: nuestros dos objetivos. Es fácil llegar al Cáscaro (1 893 metros), en cuyo vértice alomado hay una caseta y un repetidor de televisión; y no es necesario decir que se contemplan todas las cumbres de la Cordillera que cierran por el norte Laciana y Babia, sin olvidar, claro está, el siempre presente macizo de las Ubiñas.

Muy al fondo a la derecha columbramos el Cueto de Arbas
 
            Debemos descender hacia el collado de La Muezca (1 838 metros) caminando por el límite entre Laciana y Omaña y siguiendo la alambrada de separación de pastos entre los dos términos municipales; después, por la loma ascendemos hasta la cumbre de la jornada: Peña Vendimia de 2 009 metros de altitud. En esta cumbre, orlada con una curiosa pirámide de piedra, disponemos del momento para el descanso, la comida y la conversación mirando al Norte para contemplar casi toda Laciana: sus escarpados montes con la huella de las explotaciones mineras a cielo abierto; todo el recorrido del Sil desde Peña Orniz hasta el embalse de Las Rozas poco más abajo de Villablino, cuya zona urbana tenemos que adivinar tras una loma frente a nosotros; y más a lo lejos, la carretera que sube al puerto de Leitariegos para entrar en Asturias por Cangas del Narcea.

Camino de Peña Vendimia, por el cordal y junto a la alambrada
 
            Después de tan agradable pausa y descanso, la caminata nos ofrece tres posibilidades, y como suele ocurrir en estos casos hay opiniones para los tres gustos:
            La primera opción y más fácil, retroceder hasta el collado de La Muezca, para desde allí alcanzar con facilidad la pista ganadera que desciende hasta el valle. La segunda, que ahora se me antoja la más interesante, seguir cresteando para, después de un paso algo dificultoso por La Canalina, alcanzar la cumbre del Nevadín a 2 077 metros de altitud; luego, otro breve cresteo hasta el collado de Fuenfría y ya por otra pista ganadera descender también hasta el valle. Los seis o siete que decidimos tomar la tercera opción descendimos en vertical desde Peña Vendimia, haciendo camino entre incómodas escobas de mediana altura y luego por un polvoriento sendero que nos dejó listos para un buen baño; así llegamos a Briezo la Mora (1 554 metros), adonde también lo hicieron los de la primera alternativa.

Por la crestería hacia el pico Nevadín
 
            Briezo la Mora es una extensa pradería con su cercado para el ganado que en esta época del año acude a los pastos del puerto. Estamos en la cabecera del valle de Peña Vendimia que se recorre por una buena pista ganadera paralela al río Vivero; poco más abajo, donde el arroyo Portillín desemboca en el Vivero confluye también la pista por la que llegan los de la alternativa del Nevadín y Fonfría.

El valle de Peña Vendimia o del río Vivero, y al fondo el pueblo
 
            El valle es espléndido, el camino agradable y el río nos obsequia con algunas interesantes cascadas; la más espectacular, conocida como cascada de Ollina. Pasamos por la braña de Vivero (1 425 metros) con buenas cabañas y buenos prados de siega donde el personal se afana en la carga de la hierba seca para el transporte. En la ladera derecha del valle cuelga el extenso Abedular de Vivero, y a su sombra llegamos a Vivero, un pueblo del Ayuntamiento de Murias de Paredes a 1 400 metros de altitud. Tiene una bonita plaza y una fuente junto al río, que después de atravesar el pueblo sigue su curso para desembocar en el Bayo y engrosar así la hermosa cuenca del Alto Sil, en la que nosotros hemos disfrutado con esta interesante caminata un buen día de primeros de julio.

 Panorámica desde el camino hacia Laciana: Rioscuro y Sosas

Las fotos son de Juan Lobelle

                           (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 4 de julio de 2015)

jueves, 2 de julio de 2015

ENTRE BABIA Y SOMIEDO



Desde Torrestío hasta La Cueta, por los valles Valverde y Congosto, Las Morteras del Coto, los Puertos de Covalancho y el valle Cebochéu

            Con este mismo título presentamos en anterior ocasión otra caminata por estas montañas entre León y Asturias. No obstante, si bien en ambas ocasiones recorrimos terrenos de las dos vertientes de la Cordillera, hace dos años (28 de junio de 2013) la cruzamos, iniciando el camino en Torre de Babia para finalizar en Valle de Lago en Somiedo; en esta ocasión, sin embargo, la caminata discurre en su mayor parte por las tierras de Babia, acercándonos a la linde con el Parque Natural de Somiedo en el que sólo entramos caminando por sus morteras.
            Tengo para mí que las montañas, valles y praderas de Babia ofrecen siempre muy buenos alicientes al caminante. En esta ocasión lo pudimos comprobar en una caminata del grupo La Peñuca propuesta y coordinada por Carlos de Paz (Serbal) que nos llevará a recorrer desde la Babia Baja hasta la Alta en busca de las fuentes del Sil.

Florido paisaje en los campos de Babia

            Iniciamos el camino a 1 370 metros de altitud en Torrestío, pueblo del Ayuntamiento de San Emiliano, capital de la Babia Baja; es un lugar muy frecuentado por los aficionados a la montaña que desde allí inician distintas rutas hacia las llamativas cumbres de la Cordillera. Nosotros atravesamos el pueblo y a la salida, junto al cartel explicativo de la Ruta Torrestío-La Majúa, comenzamos a ascender por el valle Valverde; se trata de un buen camino carretero que nos sube hasta la majada Meruquil ya a 1 600 metros de altitud.

Las cumbres, a la vista desde el inicio del camino

            Se impone aquí una pequeña parada, volver la vista atrás y contemplar el camino recorrido: el río que recorre y riega el valle, y el verdor de sus praderas que le da nombre; como contraste, entre todas las cumbres que lo rodea, el Morronegro destaca por el oscuro color de su ladera. El ascenso se acentúa atravesando incómodos pedregales en la falda de Peña Solarco, que dejamos a nuestra derecha, hasta alcanzar el collado Queixeiro (1 761 metros), donde sí es obligado un alto en el camino para reponer fuerzas.

Valverde, valle verde, hace honor a su nombre

            Un brusco giro hacia la derecha y el paso por una breve y bonita foz nos permiten abandonar Valverde y entrar en el valle Congosto, por donde corre el río de La Majúa, afluente del Torrestío donde desemboca cerca de San Emiliano. En Congosto nos esperan sus lagunas que en otro tiempo fueron tres; la primera que encontramos sólo es un humedal en cuyo entorno pasta abundante ganado vacuno; la segunda, sin duda fue una laguna hoy cubierta de tierra seca. Al fin, ya a 1 980 metros de altitud sí encontramos la única laguna en un collado al pie de Torre Orniz, de la que cuelgan algunos neveros.

La esperada laguna de Congosto

            Tras la pausa para la labor de los fotógrafos, continuamos lo que parece un interminable ascenso hasta coronar el collado Concecho (2 040 metros), topónimo que alude a un lugar de encuentro, sin duda entre pastores o arrieros, no en vano aquí se cruzan el camino que recorre Babia y el que viene del Norte por Somiedo; hoy, dicen, es frecuente lugar de paso de lobos. A los pies de este amplio collado está una de las fuentes del Sil, la situada a mayor altitud, y de ella sale el arroyo Cebolledo, que no es sino el Sil naciente. Continuamos el ascenso en un último y breve esfuerzo con una sencilla trepada, para llegar a la cumbre de la jornada: Peña Orniz de 2 191 metros de altitud.

Haciendo camino hacia la cumbre más alta

            Es Peña Orniz una cumbre muy agradecida, sin duda por encontrarse en el vértice entre las dos Babias y el Parque Natural de Somiedo; y por ello en este caluroso y claro día de verano, inmejorable lugar para el merecido descanso, la comida y la conversación.
            Además del amplio listado de cumbres que nos rodean, entre las que destaca el inigualable macizo de las Ubiñas, es obligado comentar cómo nos encontramos entre tres importantes cuencas fluviales. Hacia el Sur está la cuenca del Duero, por donde ya caminamos junto a los ríos Valverde y de La Majúa; también al Sur pero hacia el Oeste, la del Miño en su más importante afluente, el Sil. Finalmente, a nuestra espalda, hacia el Norte corre el arroyo del Valle, más abajo llamado río Somiedo, afluente del Pigüeña que lo es del Narcea.
 
Panorámica hacia el Norte desde la cumbre de Peña Orniz

            Para reanudar el camino descendemos hasta la Bobia de Orniz (2 012 metros), y desde allí entramos en Somiedo para caminar por La Mortera del Coto, dejando a la derecha La Mortera del Valle. Las morteras son terrenos comunales de pasto, acotados durante determinados periodos del año y que de igual manera carecían de aprovechamiento, muertos por tanto, fuera de temporada. Estas morteras de Somiedo se caracterizan, además, por sus abundantes dolinas y simas producidas en las partes más blandas del terreno por la filtración de las aguas hacia los conocidos lagos.

Entre la Bobia de Orniz y La Mortera del Coto

            Cuando llegamos al collado de Boca Mortera, estamos en el paso entre Somiedo y la Babia Alta, lugar de conveniente descanso ante la última parte de nuestro recorrido; no obstante, como sobre el collado se levantan los picos de La Mortera, hay valientes que ceden a la tentación de alcanzar estas cumbres para obtener la mejor panorámica sobre el parque y en especial sobre el lago del Valle. Los demás, modestos caminantes, seguimos el camino por los Puertos de Covalancho pasando junto a varios regueros que son también la cabecera del Sil.
            Recorriendo estos puertos y sus majadas con abundante ganado, el río se hace presente y caudaloso. Lo seguimos por su margen derecha en las praderas de Cebolledo o Cebochéu, por buen camino con postes del Ayuntamiento de Cabrillanes señalizando la Ruta Fuentes del Sil. Llama nuestra atención un considerable rebaño de ovejas bien guardado por varios mastines; es señal de que continúa la tradición pastoril y que actualmente siguen subiendo rebaños de merinas a los puertos de Babia.

                                    Caótico camino por La Mortera del Coto 
  
                Más adelante, el valle se estrecha y el camino se convierte en senda labrada en la ladera rocosa, pero con la suficiente amplitud para permitir el acceso del ganado al puerto. Cuando de nuevo el valle se abre y pasamos la majada Bustusil, el camino ya es una pista por entre prados de siega cercados de piedra. Hasta que en las proximidades de La Cueta, el pequeño remanso y el canal en el río anuncian la presencia de un molino sin uso pero en buen estado.
            Así, llegamos a 1 460 metros de altitud a La Cueta, el pueblo más alto de León; la aldea rural, con sus calles recién hormigonadas, nos recibe mostrando orgullosa su buena fuente y un hermoso puente de piedra sobre el río Sil. Finaliza aquí nuestra caminata por los altos valles de esta comarca de Babia declarada en el año 2004 Reserva de la Biosfera por la Unesco.

Torrestío en una panorámica desde Valverde


Las fotos son de José  María Arnillas

                        (El grupo de montaña La Peñuca de Gijón realizó esta ruta el sábado, 27 de junio de 2015)