Entre los valles de los ríos Coto y
Viouga, y por la sierra de Seroiro: Puente Rigaláu, La Brañota, Saladín,
Pedroso y Seroiro
El extenso municipio de Cangas del
Narcea tiene entre sus límites al de Ibias, que ocupa el extremo suroccidental
de Asturias. Entre ambos concejos se interpone la sierra de Seroiro, de la que
descienden las aguas en sus vertientes occidental y oriental hacia los ríos
Viouga y Coto respectivamente. A ambos lados de la sierra se extienden las
parroquias de Vegalagar, en Cangas y Soreiro, en Ibias. Las dos se recorren por
la AS-29 que une Cangas con Ibias pasando por el Pozo de las Mujeres Muertas,
entre Cangas y Allande y el Alto de Valvaler, entre Allande e Ibias.
La parroquia de Vegalagar, la más
occidental de Cangas, tiene sus núcleos de población en el valle del río Coto,
que nace en las proximidades del Pozo y es uno de los principales afluentes del
Narcea en su cuenca más alta. El río Viouga nace en la vertiente occidental del
Conio, recorre la parroquia de Seroiro, la más extensa del concejo, y desemboca
en el río Ibias cerca de Vilaxane.
Los pueblos de Ibias en el valle del río Viouga. (*)
Pues bien, la caminata que voy a
comentar, propuesta y coordinada por Alberto Noriega en el grupo La Peñuca,
discurre entre estos dos valles, a través de la sierra que separa ambos
concejos y en una sucesión de brañas, collados y montes que pertenecen a los
pueblos de las dos parroquias. Territorio que en parte está incluido en el
Parque Natural de las Fuentes del Narcea y del Ibias.
Bonita postal: frutos de primavera en los campos de Ibias. (*)
Cuando
pasados ya los pueblos de Vega de Hórreo y Monasterio de Coto, y la AS-29
comienza a ganar altura hacia el puerto, hay un sitio que se conoce como Puente
Rigaláu. Es donde la riega de la Braña de Rigaláu pasa bajo la carretera para
desembocar en el río Coto, y es el lugar donde iniciamos esta caminata a 727
metros de altitud. Dejamos la carretera y por una empinada senda bajamos al
fondo del valle, junto al río, donde tomamos un camino que lo va remontando por
su margen izquierda. El valle es bien estrecho, pero queda espacio para el buen
camino de tierra, bastante ancho, y, entre ambos, algunos prados cercados de
piedra; en la otra margen, el bosque en la ladera.
Atrás quedan la carretera que sube al puerto del Pozo,
el puerto y los montes entre Cangas y Allande. (**)
Pronto encontramos el primer puente,
de piedra; lo cruzamos y dejamos el río Coto que se vaya a nuestra derecha
hacia su nacimiento en las proximidades del Pozo. Lo que ahora sigue remontando
nuestro camino es el reguero Campalonga. Pasamos junto a las cabañas de La
Brañota, alineadas al lado del camino, y pronto llega el momento de cruzar el
Campalonga; esta vez a pie enjuto, con el apoyo de buenas piedras que nos
facilitan el paso sobre las aguas.
A partir de aquí el camino entra en bosque
de fresnos, robles y castaños; se empina de forma considerable y las aguas del
reguero cada vez suenan más al fondo. Ganando altura, alcanzamos la braña de
Saladín a 942 metros de altitud. Estamos caminando por lo que se conoce como el
Monte de Monasterio de Coto, y la de Saladín es una braña de montaña que
pertenece a este pueblo, núcleo central de la parroquia de Vegalagar. Hay
varias cabañas bien conservadas y, sobre todo, una buena vista hacia el alto
valle del Coto: la carretera que sube al puerto, y el cordal que partiendo del
Pozo por los picos de la Gubia, Cerro Badán, el monte de Reguera Fermosa y más
allá, en la sierra de Cerveriz, el pico Tonón recorrimos en otra interesante
caminata (Montes de Cangas del Narcea, 23 de mayo de 2015).
Cabañas y bosque en la braña de Saladín. (**)
Seguimos subiendo hasta agotar el
bosque, y entre monte bajo con abundancia de escobas, matorral y suelo de
pizarra, alcanzamos el cordal de la sierra de Seroiro a 1 093 metros de
altitud. Esta sierra se extiende de norte a sur en el límite entre los dos
municipios, y debemos recorrerla en busca de las cumbres de la jornada.
Cuando llegamos a un collado, 1 288 metros, estamos en la base misma de la Peña
el Santón. Por una trocha vertical en la ladera entre el abundante monte bajo,
alcanzamos esta cumbre (1 325 metros) bastante plana y cubierta de pizarra y
arenisca.
Desde una cumbre a la otra sólo se
interpone el descenso hasta el collado (1 226 metros), para retomar el más
fuerte ascenso, sin camino marcado entre el frondoso argomal, hasta el Chao del
Rozo, también nombrado como pico da Golada. Con sus 1 428 metros de altitud y
vértice geodésico, es la cumbre más alta de la sierra y se levanta en la linde
entre Cangas e Ibias.
El ascenso al Santón; atrás, tierras del norte de Cangas. (*)
En el ascenso al pico hemos visto a
nuestra derecha la braña de Flogueiras. En aparente estado de abandono, pertenece
a Folgueiras de Viouga, pequeña aldea que también apreciamos a lo lejos, más
allá de la AS-29 que desde el Alto de Valvader desciende hacia el centro del
concejo, pasando por el lugar donde nos espera el final del camino. Pero antes,
en esta cumbre de la jornada se nos impone el momento del descanso, la comida y
la conversación. Lo hacemos mirando hacia el sureste; tierras de Cangas, Muniellos,
el puerto del Conio por donde la AS-221 también comunica estos dos concejos; y
más allá la sierra de Degaña y sus más altas cumbres. Hacia occidente el
panorama es aún más amplio: las tierras por donde el río Ibias, en su curso
bajo, se acerca a Galicia para entregar sus aguas al Navia en la cola del
embalse de Salime.
Haciendo camino en busca de la cumbre más alta. (**)
La sierra sigue, y en su extremo más
suroccidental vemos el pico Trascolada; pero nosotros la abandonamos e
iniciamos el descenso, siempre por la linde municipal y parroquial. Haciendo
incómodo camino entre el más duro argomal, llegamos a la collada (1 252 metros)
donde hay una pequeña laguna, charca que sirve de abrevadero para el ganado que
por allí campea. Y si hay ganado, debe haber una pista ganadera; por ella
seguirá nuestro camino en continuo descenso, internándonos ya de forma
definitiva en el término municipal de Ibias, parroquia de Seroiro.
Descenso de la cumbre con vistas a Muniellos y los Ancares. (*)
Primero pasamos junto a la braña de
Pedrosos con todas sus cabañas en estado de ruina. En la ladera más vertical de
la sierra, se le conoce entre los lugareños como la braña de Seroiro, pues es
este pueblo el que disfruta de sus pastos y desde donde se accede por la pista
que es la parte final de nuestro recorrido. Tiene este camino firme de tierra y
arenisca, tramos de fuerte pendiente y otros más llanos; siempre rodeado de
abundante vegetación que a menudo nos ofrece agradable sombra en esta tarde
calurosa. Destacan, sobre todo, fayas y robles, pero también nos llaman la
atención bastantes matojos de madroños y, ya en la parte más baja, hasta
algunos cerezos.
La braña de Pedrosos hace honor a su nombre. (**)
A nuestra izquierda está el profundo
valle de Groba, aguas que alimentan al río Viouga. En la otra margen se levanta
la sierra de Valdebueyes, y en su ladera la aldea con este mismo nombre rodeada
de prados de labor y bosque. Cruzamos el arroyo de la Collá y también vemos al
otro lado del valle Pradías, otra de las aldeas de esta parroquia. Cuando, al
fin, cruzamos el arroyo Llamoso, ya tenemos a la vista el final del camino.
Es el lugar de Seroiro, con su
caserío concentrado y escalonado a unos 540 metros de altitud en la margen
derecha del río Viouga. Lo recorremos en busca de la fuente situada en la parte
alta, para descender después hasta la AS-29, auténtica vía de comunicación del
pueblo. En este recorrido pasamos junto a varias casas de piedra de buen porte,
típicas de la zona: alargadas, con dos plantas; en la baja la cuadra y encima
la vivienda principal con acceso por escalinata exterior. Por supuesto, no
dejamos de admirar a nuestro paso la llamada Casona de Meirazo con escudo y
fecha, 1917, en el dintel.
Laguna abrevadero y ganado en la sierra de Seroiro. (**)
También un cartel nos recuerda que
por Seroiro pasa el GR 203 Por donde camina el oso. Aquí finaliza la tercera
etapa, que viene de Monasterio de Coto y se inicia la cuarta, hasta San Antolín.
Nosotros recordamos que en otra ocasión hicimos la décima etapa de este GR
entre Genestoso y el Santuario del Acebo (Por Cangas del Narcea, 22 de
septiembre de 2016). Pero hoy toca finalizar aquí, en un hermoso día de junio,
esta hermosa caminata; una más de las muchas que nos pueden ofrecer las tierras
de esta comarca del suroccidente de Asturias.
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